La bruja de la Nueva Granada

Quizás la bruja más célebre de toda Nueva Granada (actual Venezuela y Colombia) haya sido doña Juana García, que al parecer no tuvo mayor inconveniente en encarnar los misterios de su género y, quizás por ello, se ganó la amistad de buena parte de las mujeres de los más poderosos jerarcas de su tiempo. Aunque se cobró cierta fama cuando predijo el naufragio de la fragata “La Capitana” en Bermudas varios meses antes de que llegara la noticia, no llamó tanto la atención de las autoridades como cuando recibió el pedido de una angustiada mujer, cuyo marido hacía cada vez más prolongados “viajes de negocios” por las aguas del Caribe. En una habitación en tinieblas, doña Juana llenó una palangana con agua, dijo en voz baja algunas palabras, y le pidió a la atribulada mujer que mirara la superficie. Allí, claramente reflejada en el agua, la esposa vio una escena que revelaba la verdadera naturaleza de los negocios de su marido: un dormitorio caribeño, una fina cama de roble, su esposo y una amante tan fina como la cama. Desesperada, la mujer lloró que jamás podría tener una prueba con que reprocharle a su esposo sus andanzas. Doña Juana se la proporcionó enseguida: metió la mano en la palangana, y sacó de allí un guante de la dama para que se lo mostrara a su regreso.Lo único que salvó a Juana García de la hoguera fue su amistad con las mujeres de los jerarcas. Pero no impidió que se la obligara a pasearse encerrada en una jaula con ruedas, para que la despreciara toda Bogotá. Mientras toda la farándula le arrojaba tomates e insultos, ella gritaba a las mujeres: “Todas, todas lo hicimos. Y yo sola lo pago”. Y tenía razón.Tomado de “Historias mágicas del Uruguay Interior”